
Como el miedo a la soledad puede truncar sueños
Tengo miedo a plantearme SUEÑOS. A imaginarme haciendo realidad lo que deseo. Cuando me planteo sueños, el miedo aparece. No me gusta sentir miedo, para evitarlo procuro no soñar mucho.
¿Dejo de SOÑAR entonces? ¿O trabajo mi MIEDO?
Miedo a…¿fracasar? ¿Miedo a sentir la frustración del fracaso? MIEDO…¿A que me vean mis amigos, familiares, conocidos fracasar?
Miedo a esa mirada de:
– «lo sabía, te lo dije… pero tú insististe»
¿Me pregunto que es fracasar?
O quizás… ¿miedo a darme cuenta de que no sirvo, que no soy capaz de hacer realidad mis sueños? ¿Miedo a no estar haciéndolo bien…? Sí, al tiempo me doy cuenta que me duele…sí, me duele el «no hacerlo bien» .
Llega una imagen a mi mente, estoy sola en un bar, es de noche, invierno, bufanda, gorro y abrigo puesto, como quien espera marcharse pronto, mirada perdida en una mesa vacía con la actitud de quien no espera a nadie, tomando un café…
Me pesa la soledad, no sé que hacer con ella (jamás entro sola a un bar, soy casi incapaz, ahora me doy cuenta que es lo que evito… Ahora lo sé, creo que es la representación más clara de la soledad, al menos para mí).
Junto con esta imagen llega una frase a mi mente:
-«Déjala! vamos! si lo quiere hacer mal… ella misma, déjala SOLA, ya se dará cuenta y nos buscará».
Frase que he escuchado infinidad de veces cuando era una niña…
Siento una vez más ese «click en mi mente, en mi cuerpo, no sé, en algún «lugar» que me impulsa a dejar de intentar hacerlo a mi manera, como creo que es mejor, a experimentar el error, experimentar «el hacerlo mal» y me lanzo a los brazos de quien sea para no quedarme sola.
Ohhh que horror! Me doy cuenta que la «soledad» puede ser un método efectivo de COERCIÓN (coerción es una presión que se ejerce sobre una persona para forzar una conducta o un cambio en su voluntad) ¡Y CUANTO MÁS A UN NIÑO!
Heridas, imperceptibles heridas, ¿culpables? Nadie…
Ahora, la responsabilidad de romper esta cadena, también soy capaz de escucharme como y cuantas veces he repetido esta misma frase.
AHORA ME DOY CUENTA! Quizás… Solo quizás, ahora sí, estoy preparada para comenzar a Soñar!!! Y a lo grande!!! Ahora nadie me dejará sola por intentar hacer realidad y a mi manera un sueño, ¿y si me equivoco? Me equivoco ¿Y si aprendo? Eso que me llevo!
Carina Cervino. Terapeuta Gestalt- Integradora Social
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Cuando pasas de la ignorancia al conocimiento, entonces aumentas tu visión, te ves capaz. Empiezas a desempolvar tus sueños y a moverte en la dirección de ellos.
Lain García Calvo.
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